

Conceptos Básicos sobre Estrés y Afrontamiento desde el Paradigma Transaccional
Por María Fernanda Mourelle
Tener estrés supone un hecho habitual de la vida del ser humano, ya que cualquier individuo lo ha experimentado en algún momento de su existencia. El estudio del estrés desde el campo de la psicología adquiere relevancia en tanto se lo ha considerado un factor de riesgo que interviene en el proceso de salud-enfermedad de un gran número de enfermedades crónicas: hipertensión arterial, diabetes, trastornos cardiovasculares, trastornos de ansiedad, trastornos del sueño y de la conducta alimentaria entre otras.
Existen muchas teorías y paradigmas que han investigado sobre el estrés y su impacto en la calidad de vida de las personas a nivel mundial. En este artículo definiremos tres conceptos básicos que se utilizan en relación al estudio del estrés desde el paradigma transaccional. Dichos conceptos son: estrés, estresor y estrategias de afrontamiento del estrés.
El paradigma transaccional concibe el estrés como producto de los intercambios adaptativos entre las personas y su entorno, hace especial hincapié en que el estrés devela el impacto que las circunstancias de vida o eventos vitales puede tener en nuestra salud sobre todo en nuestra salud mental:
«el estrés psicológico es una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar». Richard Lazarus y Susan Folkman (1986)
Esa relación particular entre el individuo y su entorno de la que hablan los autores es en primer lugar dinámica y en segundo lugar depende una valoración individual a partir de factores tales como la personalidad, los recursos cognitivo-emocionales del individuo y las características propias del evento. Por ejemplo, no es lo mismo el estrés de planear una boda que el estrés de divorciarse.
Considerar al estrés como un factor de riesgo para nuestra salud mental depende de valorar negativamente el evento que lo produce. Un evento es considerado estresor cuando estimamos como deficitarios nuestros recursos para afrontarlo. Por tanto, definiremos como estresor a todo evento o circunstancia de vida que desafía nuestras capacidades de respuesta para afrontar las exigencias que nos demanda. En consecuencia las vivimos como una tensión generalizada que amenaza nuestro bienestar. Frases populares tales como ¨estoy en un hoyo¨, ¨no se como seguir adelante¨ ¨siento que la vida se me acaba¨o síntomas que van desde el insomnio y la inapetencia, cansancio por carga mental, perplejidad, pesadillas, aceleración del corazón dan cuenta del despliegue de esfuerzos cognitivos, conductuales y emocionales que las personas suelen estimar como desbordantes de sus propios recursos para lidiar con el estresor.
Ahora bien, detrás de las circunstancias que esas frases y síntomas expresan, podemos considerar que la cognición central más frecuente frente a un estresor es la impotencia por agotamiento de estrategias de afrontamiento disponibles y la emoción displacentera que la acompaña es la angustia. La angustia es una emoción muy cercana a la desesperanza y responde a la vivencia de desvalimiento subjetivo bajo situaciones de estrés.
No obstante es una evidencia empírica de la vida que los seres humanos hemos sido capaces de lidiar con estresores a lo largo de nuestra historia. En general, las investigaciones sobre estrés y afrontamiento coinciden en que cada persona tiene una determinada manera de afrontar el estrés. Las estrategias de afrontamiento son procesos y medios cognitivos, emocionales y conductuales cuyo objetivo se centra en hacer frente a las demandas del medio que exceden los recursos disponibles del individuo y en reducir las consecuencias negativas de los estresores sobre nuestro bienestar.
Interesa destacar que para el paradigma transaccional los sistemas sociales actúan sobre el individuo creando demandas pero también proporcionando los recursos para sobrevivir a ellas. A través de esos recursos las estructuras sociales y las culturas transmiten valores y moldean creencias bajo las cuales vivimos los individuos. Es decir que las estrategias de afrontamiento son esenciales para nuestro avance como sociedad en marcos pacíficos de convivencia. De allí la importancia de avanzar en investigaciones sobre el tema.
Por último quisiera mencionar que entre las muchas estrategias de afrontamiento estudiadas ( de relación, evitación, planificación, confrontación,etc) son de nuestro particular interés las estrategias de afrontamiento religioso. Investigadores tales como Pargament, Koenig y Perez (2000) destacan que el afrontamiento religioso del estrés aporta significado, control de la situación, confort y cambio de vida entre otras ventajas importantes que contribuyen a construir conocimiento para desarrollar sociedades más saludables.
Bibliografía
Antoniazzi AS, Dell’Aglio DD and Bandeira DR. (1998) O conceito de coping: uma revisão teórica. Estud Psicol 1998
Lazarus, R. y Folkman, S. (1986): Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Ediciones Martínez Roca.
Aldwin, Carolyn M. (2007) Stress, coping, and development : an integrative perspective Guilford Press Ny/Ldn
Pargament, K.I., Koenig, H.G. and Perez, L.M. (2000) The Many Methods of Religious Coping: Development and Initial Validation of the RCOPE. Journal of Clinical Psychology